viernes, 28 de agosto de 2015

EMBARAZO ADOLESCENTE


El embarazo es un periodo trascendental en la vida de la mujer, tanto desde el punto de vista fisiológico como psicológico. Su cuerpo se transforma para dar vida a un nuevo ser que se gesta y nutre dentro del útero materno hasta que está preparado para nacer. 

Se denomina emnbarazo adolescente a aquel que ocurre en mujeres de diecinueve años o menos.  Los niños de 12 a 14 años de edad son más propensos que otros adolescentes a tener relaciones sexuales no planeadas y de ser convencidos a tener sexo.

Entre algunos factores de riesgo para el embarazo en adolescentes abarcan
  • Edad más joven
  • Rendimiento académico deficiente
  • Desventaja económica
  • Compañero masculino mayor
  • Padres solteros o adolescentes.

    Algunas muchachas no saben cómo evitar el embarazo, pues en muchos países no hay educación sexual. Es posible que se sientan demasiado cohibidas o avergonzadas para solicitar servicios de anticoncepción; puede que los anticonceptivos sean demasiado caros o que no sea fácil conseguirlos o incluso que sean ilegales. Aun cuando sea fácil conseguir anticonceptivos, las adolescentes activas sexualmente son menos propensas a usarlos que las mujeres adultas. Puede que las muchachas no puedan negarse a mantener relaciones sexuales no deseadas o a oponerse a las relaciones sexuales forzadas, que suelen ser sin protección.
  • Unos 16 millones de muchachas de 15 a19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
  • Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a19 años en todo el mundo.
  • Cada año, unos 3 millones de muchachas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.
  • Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años.

    Referencias:
    https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001516.htm
    http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs364/es/

LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA




 Este periodo, que ocupa aproximadamente la horquilla entre los 11 y los 19 años, está plagado de cambios muy significativos en el desarrollo de la persona. Cobran una significativa importancia el entorno social, sus normas y los modos de afrontar y resolver los conflictos propios del desarrollo.

 Cambios psico-sexuales


         
  • Aparece un interés por el atractivo físico del otro.
  • También un interés por cuidar y resaltar el propio atractivo.
  • Se afianza la tendencia a la relación y al vínculo con determinadas personas.
  • Toma cuerpo la función psicológica del impulso sexual.
  • El mundo emocional busca expresarse a través de los sentidos.
  • Aparecen conductas tendentes a obtener placer (en relación con el otro, o a través de la autoestimulación). 
 Los cambios físicos sufridos en la adolescencia, unidos a un interés creciente por saber de sexo y, en consecuencia, por la adquisición de unos conocimientos e información (muchas veces errónea) sobre sexualidad, hacen que se vaya formando una nueva identidad.

Así, se plantea la disonancia entre qué valores asumir como propios, cuáles va a rechazar y cuáles conservar de los que ha recibido de sus padres. Todo ello se manifiesta a través de lo cambiante de su humor, de su irascibilidad y de ciertas reacciones irracionales, que son la expresión del conflicto interior que está viviendo.


Inicio de Las Relaciones Sexuales 


Una duda que comparten adultos y jóvenes es cuándo se deben iniciar las relaciones sexuales, más si éstas incluyen el coito, lo que implica riesgo al embarazo y mayor peligro de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

 Lo ideal es que se llegue a ese momento preparado psicológicamente y que tanto el protagonista como sus progenitores y educadores lo interpreten como un acto de responsabilidad y libertad. Por lo tanto, la respuesta a esa duda no se puede reducir a ofrecer una edad para iniciarse, porque el criterio cronológico no siempre se corresponde con la madurez afectiva. La respuesta supone un análisis de la situación que comprende diferentes factores.



Debes analizarte a sí mismo y descubrir cuál es tu actitud personal ante el sexo, así como si eres responsable para asumir las consecuencias de mantener relaciones sexuales con otra persona. Debes ser lo suficientemente maduro o madura como para adquirir una protección adecuada para prevenir un embarazo y enfermedades de transmisión sexual. Pero también hay que ser maduro para hacer frente a unas respuestas emocionales y complejas, muy importantes para definir el futuro comportamiento. Se inician los desengaños amorosos, el enamoramiento, la necesidad del otro, entre otros.

Después llega el análisis del otro, es decir, de la persona con la que se va a tener relaciones. Hay que estar seguro de que ofrece confianza y respeto. Debe ser una persona adecuada con la que compartir la intimidad, y a la que se llega desde la plena libertad, no con el propósito de satisfacer los deseos del otro sin conocer los propios. 


Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, y no tenemos obligación de compartirlas con los demás salvo si queremos o necesitamos hacerlo